De momento está funcionando muy bien el trabajar en grupos en el aula. El concepto de educación invertida, donde se dan los materiales para que los estudiantes lean en casa y tener más tiempo disponible en el aula para prácticas supervisadas, permite una mejor administración del tiempo.
Las instrucciones generales se dan una vez de forma corta y lo más preciso posible. Luego se procede a la práctica en donde cada grupo de trabajo tiene un estudiante coordinador que son los que generalmente interpretan las instrucciones a la primera vez.
Entonces y durante el desarrollo del trabajo práctico, se le van contestando las preguntas a los estudiantes a medida que lo necesiten. Si es una pregunta de interés para todos, se les llama la atención para que escuchen la explicación. Si es una pregunta que atañe solo a ese grupo, no hay por qué interrumpir el trabajo de los demás y se le contesta solo al grupo interesado.
Esto evita el aburrimiento de los estudiantes cuando tienen que escuchar varias veces la misma explicación cuando ya entendieron la instrucción a la primera vez.
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